JUAN CARLOS DEL ÁGUILA CARDENAS
Artículo del Periódico Digital LA SELVA
“DESDE LA AMAZONIA”.
En las siguientes semanas, y seguramente en los próximos meses y años, volverá a ponerse en la agenda de discusión regional la posibilidad de impulsar la conectividad amazónica con la costa peruana, a través de ferrocarriles. Esta idea se discutió el año 2019 en un Congreso de Empresarios llevado a cabo en Pucallpa, lo que entonces se denominó “El Tren Ecológico”.
A mediados de noviembre del año pasado, un destacado empresario amazónico, Samuel Dyer Ampudia, a la sazón presidente del Grupo Pro Amazonía, que organizó dicho encuentro empresarial, llevó esta proposición hasta la propia sede de la COP 27, celebrada en noviembre del año pasado en Egipto.
El Tren Ecológico, que hoy también sostienen como idea los gobernadores amazónicos, pretende conectar mediante ramales a regiones como San Martín, Amazonas y Loreto, para luego unirse a la vía principal que pasaría por Pucallpa viniendo desde Brasil, a través de Cruzeiro do Sul. El punto final en territorio peruano podría ser naturalmente el puerto de Paita.
En realidad, y para estar mejor enterados, la propuesta de conectividad amazónica por vía férrea es el pequeño tramo de una propuesta de corte mayor, que deviene como parte de la agenda de cooperación internacional que tiene la República Popular China con los países BRICS, entre ellos Brasil.
En Perú, primero el presidente Alan García, y luego Ollanta Humala, fueron entusiastas promotores de la integración amazónica con Brasil, bajo este sistema.
En los años 2014, a raíz de la visita que hiciera a Brasilia el presidente de China Xi Jinping, y luego a Perú el año 2016, en ocasión del Foro APEC, se firmó un Memorándum de entendimiento entre los tres países para impulsar la construcción de un corredor ferroviario que conecte el Océano Atlántico desde un puerto en Brasil, y culmine en Perú en algún punto del Pacífico. A esta propuesta ferroviaria se le conoce como el “Tren Bioceánico”.
Para un país tan poderoso como China, construir esta línea ferroviaria de menos de 5 mil kilómetros no le significa ninguna dificultad. En su iniciativa de la Franja y la Ruta, han desarrollado vías férreas que atraviesan distintos países y que superan largamente lo que significaría el tren que se menciona. Es más, lo han hecho en sus propios territorios.
El presidente PPK durante su gobierno tuvo la posibilidad de impulsar la construcción de esta vía férrea en la parte peruana, pero sus indecisiones y falta de liderazgo para imponerse a los corifeos “oeneguistas” que le gritaban al oído «contaminación en la Amazonía», y el vivo interés de su vicepresidente y ministro de Transportes Martín Vizcarra, quien negociaba con Evo Morales para que finalmente el trazo pasara por Bolivia y terminara en el puerto de Ilo, echaron abajo este mega proyecto que podía cambiarle el rostro de pobreza y marginación a la Amazonía peruana.
Hoy no voy a comentar los otros detalles de lo interesante que es el plan Marshal para la Amazonía, y lo contradictorio que también puede ser; por razones de espacio y respeto al lector no podré abundar en las bondades y limitaciones que dicho Plan propone.
Sin embargo, el componente del Tren Ecológico es algo que he considerado necesario realzar ya que es la propuesta alternativa -con preocupante enfoque conservacionista- que irán planteando los gobernadores regionales de la Amazonía peruana, cuando desde las comunidades del interior de sus regiones les exijan la construcción de sus carreteras.
Lo dejamos ahí, por hoy.