Nacional Política

LA «DECLARACIÓN DE PUCALLPA» QUE NO SE CONOCE

JUAN CARLOS DEL ÁGUILA CARDENAS

Artículo del Periódico Digital LA SELVA [“DESDE LA AMAZONIA”]

A inicios de la semana pasada vimos en la capital ucayalina a un entusiasta René Chávez, gobernador de Loreto, firmando un aún no revelado compromiso regional sobre «conservación de bosques», junto a tres de sus colegas amazónicos.

Cual novel autoridad que se ilusiona con la oferta millonaria de cooperación internacional por parte de algunos organismos o gobiernos extranjeros, Chávez apuradamente firmó compromisos para fortalecer la acción climática y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la deforestación y degradación forestal, entre otras obligaciones.

Sometiendo su corto periodo de gobierno al mandato y propósitos ambientalistas de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Noruega, Chávez estará obligado a promover el valor de los bosques en pie y frenar la deforestación de los bosques, fortaleciendo con ello la acción climática y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero «generadas por la deforestación y degradación forestal» (como si dichos países no fuesen los principales emisores de gases y contaminación ambiental).

Vista así las cosas, nada nos parece mal, todo lo contrario. Sin embargo, habría que empezar a escudriñar con detenimiento a cuanta organización esté de por medio, asi como a algunos conocidos empresarios amazónicos -amigotes de los gobernadores de turno-, que repentinamente hoy se han convertido en defensores ambientalistas, en guardaparques promotores de la reforestación, los que paralelamente se alistan a ser depositarios utilitarios de los fondos que los gobiernos regionales podrían conseguir.

Hay más en este intríngulis aún desconocido, pero el joven gobernador debiera saber que los fondos de la cooperación internacional no chorrean en abundancia, ni están tirados por allí para recogerlos fácilmente, y que tampoco hay lonche gratis.

Hace pocas décadas, un también entusiasta presidente ecuatoriano -Rafael Correa- anunciaba a los cuatro vientos que la cooperación internacional le daría miles de millones de dólares por conservar sus bosques amazónicos, pero para ello debía evitar la explotación de los recursos naturales que tenía en abundancia en sus territorios. Correa esperó algunos años y nada de eso pasó.

Ante las promesas incumplidas de los países que se ofrecieron de cooperantes, el gobernante ecuatoriano tiró al tacho su compromiso inicial y decidió convocar a inversionistas privados mundiales en materia de hidrocarburos iniciando más bien un proceso de exploración y luego utilización sostenible de sus recursos, inclusive en algunas áreas protegidas como la reserva del Yasuni.

El resultado es que hoy Ecuador produce diez veces más petróleo que Perú, desarrolló infraestructura social y productiva, construyó puentes, carreteras, hospitales y escuelas en su Amazonía, mejorando sustancialmente las condiciones de vida de su población.

René Chávez, el aún novato gobernador de Loreto, hasta hoy no nos ha contado el cuento completo.

Los loretanos debiéramos saber si en esos acuerdos firmados hay compromisos encubiertos -por ejemplo- para reavivar el cuestionado «Acuerdo de Escazú» que fue dos veces rechazado por el Parlamento peruano; o si la «Declaración de Pucallpa» contiene en sus lineas obligaciones para promover la creación de ficticios territorios PIACI (pueblos originarios no contactados); o si existen compromisos desde la instancia regional que otorguen privilegios a dirigentes indígenas, muchos de ellos cuestionados por aprovecharse de las poblaciones nativas, convirtiendo (a esos falsos dirigentes) en «defensores ambientales» con inmunidad inmerecida.

Hay mucha tela para cortar que la autoridad regional debiera transparentar, por lo que el cuadro debe pintarse completo. Que sepa el gobernador que los loretanos no estamos colgados en la pared.

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